Dr. Armando Oscar Gross
Los mecanismos responsables de las enfermedades oculares autoinmunes son complejos y su rol patógeno exacto no está totalmente elucidado.
Parecen ligados de una manera general a una confusión del sistema inmunitario entre sus propios tejidos y ciertos organismos extraños virales, bacterianos, micóticos o alérgicos; confusión inducida por los procesos inflamatorios reincidentes en la transformación del antígeno en neo- antígeno, responsable de los fenómenos de autoinmunidad. Este proceso podrá pues, afectar las diferentes regiones oculares tan pronto tenga una inflamación crónica y/o reincidente: es en particular el caso de ciertas queratitis herpéticas profundas donde los inmuno complejos se revelan responsables de la acción inmunitaria, por ejemplo: uveítis, escleritis, retinitis. En casos como los mencionados, el rol del antígeno S de los fotoreceptores retinianos ha sido probado tanto en las uveítis experimentales como en algunos tipos de uveítis: toxoplasmosis reincidente, Behçet, la retinopatía de Birdshot. Pero el mecanismo de la autoinmunidad hace intervenir otros factores, del sistema H.L.A, y los factores de terreno: hipersensibilidad, atopía.
En el sistema H. L. A, los antígenos de clase I están presentes en todas las celulas de todos los tejidos del ojo; el rol del alelo H.L.A. B 27 está actualmente bien reconocido en la uveítis de la espondilartritis anquilosante y del sistema de Fiessinger-Leroy-Reiter; H.L.A. B 5 en Behçet y el A 29 en la retinopatía de Birdshot, H.L.A.DR sería responsable de la perpetuación de la respuesta en algunas afecciones uveales: Vogt Koyanagi, Behçet.
La patología ocular autoinmune forma parte, entonces, de vastos síndromes en los cuales participan otros sistemas de la economía, así como el síndrome de Gougerot-Sjögren definido por una asociación de sequedad ocular y de conectivitis, se tendría que considerar como una encrucijada de las patologías autoinmunes, entre las conectivitis y los síndromes linfo-proliferativos; en las cuales hay que establecer la distinción entre el síndrome de Sjögren primario o secundario, asociado a una conectivitis: L.E.D, esclerodermia, poliartritis reumatoide, tiroiditis de Hashimoto; en todos estos casos la presencia de auto-anticuerpos antinuclear, antimitocondria, anti-tiroides, corfirmará el diagnótico.
En cuanto a los fenómenos atópicos caracterizados por una falla de las celulas inmuno-supresivas induciendo una liberación de la actividad IGE, ellos conducen directamente al tratamiento de terreno.
El acceso homeopático de estas afecciones oculares autoinmunes es particularmente interesante en los síndromes cuya polisintomatología podra ser cubierta por medicamentos de acción polivalente.
En la enfermedad de Reiter, de tales medicamentos serán indicados:
- Kalium bichromicum, Rhus toxicodendron, cubren la conjuntivitis y la artritis.
- Clematis erecta cubre la conjuntivitis o la uveítis y la uretritis.
- Kalium iodatum, la conjuntivitis o la uveítis, la artritis y la uretritis.
En el síndrome de Sjögren:
- Bryonia se dirige a la sequedad ocular y bucal así como a las manifestaciones articulares.
Los otros remedios podrán ser elegidos en función de las modalidades y de los signos asociados: Alumina, Nux moschata, Sanguinaria canadensis.
En todas las patologías oculares auto-inmunes, se trate de queratitis herpéticas reincidentes a inmuno complejas, de sarcoidosis, de síndromes Behçetoides, de rinopatía de Birdshot o de Vogt-Koyanagi, o incluso de uveítis reincidentes sin etiología encontrada (40% de los casos), el médico Homeópata los abordará por el lado del terreno: búsqueda de los medicamentos en similitud profunda, de los remedios de diátesis, de constituciones, sin olvidar los remedios etiológicos y los bioterápicos.
Es así cómo se obtendrá atenuación, espaciamiento, incluso remisión de los síntomas, en función del tipo de auto-inmunidad, de alteraciones lesionales y de la indicación con los otros factores.
Armando Oscar Gross - 1995
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